Había una vez una niña que platicaba con los dulces, y estos le respondían
que eran una vía de comunicación dimensional. La niña que con el paso del
tiempo se dio cuenta que en realidad podía tener acceso a otras dimensiones
por medio de los dulces. Éstos, dedujo después de un tiempo, están diseñados
de distintas formas, como el bombón que, por sus moléculas esponjosas,
resultan ser más receptivos para el futuro, quizá alterno. Una noche al irla
a buscar se dieron cuenta que había desaparecido. Dejó una nota que decía
que volvería a donde todo comienza para que vuelva a suceder todo como desde
el inicio, justo cuando todo sucedía, cuando las cosas podían estar bien.
Entonces todo, lentamente se comenzó a llenar de una bruma oscura y pesada
color blanco cubriéndolo todo completamente hasta el infinito. (Fade out in
White).
miércoles, septiembre 30, 2009
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