Sumergí mis ojos en el océano y este se convirtió en lágrimas.
Sequé todos mis sueños húmedos y estos se convirtieron en sol.
Cerré los ojos y todo se volvió infinito.
Hice una oración pero todo se volvió tu.
Mis ojos se abrieron y todo era fuego y era azul.
Azul del mar y fuego el infinito del cual es el sol.
Mis infiernos y mis cielos se volvieron uno.
Uno que vive dentro de ti... que también soy yo.
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