la posibilidad de volver, a pesar de haber tomado la decisión de no regresar
y seguir adelante. No quería que sus sentimientos lo traicionaran, lo
obligaran a modificar el tiempo y regresar, perder la memoria una vez más.
Quería poder por primera vez recordar cómo fue que se dirigía por pies
propios al abismo. Así que se levanto de la periquera, observo la llave que
descansaba sobre la barra de ese bar y sin dedicarle mucho tiempo se levanto
sin más para salir sin rumbo preciso, más que el de caminar.
Al cruzar el umbral de la puerta que da a la calle sintió de pronto que todo
le temblaba. Podía escuchar incluso el palpitar de su corazón, entre los
ruidos de la ciudad.
El tiempo y su memoria, comenzaban a conspirar."
(extracto de la novela paralela "crónicas para olvidar de Abril F.)
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